sábado, 4 de marzo de 2017

Don Cecilio Acosta

Paula Acuña
3er Año C

En unas de sus grandes obras “Cosas sabidas y por saberse” (1856), Acosta refleja ideas que son un hilo que unifica todo lo más excelso del pensamiento cívico venezolano. 



Venezuela adolece de memoria cívica. Muy pocas personas en este país, nuestro país, saben quiénes fue Andrés Bello, Juan German Roscio, Fermín Toro o  Juan Vicente González. Sabemos bien quiénes son Chino y Nacho, y no está mal saberlo, pero cómo puede caminar por el mundo un país que no sabe si camina o corre, que no sabe si tiene pies o alas, cómo camina un país que no quiere caminar. Por eso hoy quiero recordar a un caminante que no se cansó de caminar y que sigue caminando aunque nadie lo vea caminar. El caminante es Cecilio Acosta y el año próximo cumple 200 años de su nacimiento.


Cecilio Acosta fue un escritor, periodista, filósofo y uno de los más importantes humanistas venezolanos que nació un 1 de febrero de 1818 y murió el 8 de julio de 1881. Su pensamiento, iluminado siempre por la luz de fe cristiana, tuvo siempre como norte la dignidad humana. Contribuyó con la conservación de los valores, la educación, política y sobretodo la fe, que llevaría a la comunidad venezolana a vivir prósperamente, con respeto mutuo y amor a la patria.

En unas de sus grandes obras “Cosas sabidas y por saberse” (1856), Acosta refleja ideas que son un hilo que unifica todo lo más excelso del pensamiento cívico venezolano. Un pensamiento que sirve de puente entre Andrés Bello y lo más granado del siglo XX como Mario Briceño-Iragorry, Mariano Picón Salas y Arturo Uslar Pietri. Este humanista decía: “enséñese lo que se entienda, enséñese lo que sea útil, enséñese a todos”. En numerosas ocasiones, los ideales de  Cecilio Acosta ocasionaron la confrontación e incomodidad al gobierno venezolano, sin embargo su ideario y su pensamiento se reflejaron de manera positiva y con determinación en la sociedad venezolana.

Cecilio Acosta escribió algunos poemas, en los cuales se distinguía el neoclasismo y el romanticismo, los cuales siempre se caracterizaron y sobresalieron por su extenso vocabulario y su manera única de utilizar el lenguaje, dándole sentido y profundidad a sus ideas. Rescató importantes valores como la tolerancia, la comprensión, la caridad y la justicia, buscando alcanzar la igualdad y la paz.

Venezuela vive un tiempo muy complejo, muy difícil. Hay mucha confusión y, a veces, parece no tener claro hacia dónde caminar. Cuando eso pasa es sabio buscar luces que iluminen el camino que tenemos adelante, siempre adelante. Dicen que mirar hacia atrás no es bueno, que todo pasado no es mejor, pero hay hombre que siendo del pasado son siempre futuro. Uno de ellos es Cecilio Acosta. Aquí, en el Colegio Alemán de Maracaibo, nos preparamos para ese bicentenario. Queremos cumplir año con Cecilio Acosta y lo haremos celebrando la fortuna de haber nacido en este país por el que vale la pena luchar cada uno desde donde le corresponda. 

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